jueves, 23 de marzo de 2017

Pedogénesis y Modelos Cuantitativos


MODELOS CUANTITATIVOS de  

PROCESOS PEDOGENÉTICOS

TODA REFERENCIA a HUMUS o HUMIFICACIÓN: NO ES VÁLIDA 

Actuales conocimientos reformulan la teoría sobre la materia orgánica del suelo


CONTENIDO TEMÁTICO

Introducción
Procesos pedogenéticos: conceptos teóricos y funciones matemáticas para su cuantificación. 2
1 - Meteorización de la roca madre. 2
2 -Meteorización física: 3
3 - Meteorización química. 4
4 - Profundización del suelo. 6
5 - Formación de arcillas. 8
6 - Eluviación – iluviación de arcillas. 9
7 - Pedoturbación. 9
8 - Humificación. 11
9  - Profundización de los horizontes. 13
10 - Formación de suelo y formas del paisaje en toposecuencias. 14
Bibliografía



La siguiente recopilación bibliográfica tiene por objetivo presentar los fundamentos conceptuales y matemáticos de diferentes procesos de la pedogénesis: meteorización física y química de la roca madre, profundidad del suelo, formación de arcillas, ilimerización, pedoturbación, humificación, profundización de horizontes y dinámica en toposecuencias. 

La modelación cuantitativa en la pedogénesis de los suelos puede ser abordada bajo dos principios (Lin, 2011):

a) Principio de conservación de la masa o la energía: se fundamenta en la 1º ley de la termodinámica cuya definición establece que, en el equilibrio, las cantidades de masa o energía permanecen constante. Los modelos clásicos se apoyan en este principio y se plantean -tanto en lo conceptual como matemático, en términos de balance de masa o energía (Admunson 2006). Estos modelos cuantifican los procesos en el tiempo, procesos que van induciendo cambios en la masa y que conducen a la evolución de las propiedades del suelo (PS) en diferentes momentos.
La relación entre las PS (variable dependiente) y el tiempo (variable independiente) responde a distintas funciones dependiendo de la tasa de cambio de la magnitud de las propiedades del suelo: cronofunciones.  

Figura 1: Cronofunciones (Fte. Stockman et al, 2011)

b) Principio de disipación de la energía: se fundamenta en la 2º ley de la termodinámica para sistemas alejados del equilibrio. Esta ley establece que los sistemas se auto - organizan y se mantiene funcionales por la  conversión de energía a trabajo y entropía mediante el flujo incesante de energía que ingresa desde el entorno y la disipación de entropía hacia el entorno (Valverde 1980).

Procesos de pedogénesis.

Conceptos teóricos y funciones matemáticas.

(Texto traducido y adaptado de Vanwalleghem et al, 2013 y Stockman et al, 2011).

1 - Meteorización de la roca madre.

La alteración de la roca madre (evolución: roca →  saprolito →  suelo o regolito) es impulsada por la meteorización física y química. La siguiente figura esquematiza el proceso de profundización del suelo a partir de la meteorización:


Figura 2: Esquema de profundización del suelo por meteorización.
h: profundidad del suelo, e: superficie activa de la roca, contacto suelo – roca o roca – saprolito o saprolito - suelo

En el esquema se representa la profundización del suelo por efecto de la meteorización de la roca base. Por un lado se incrementa el espesor de suelo (h) o saprolito y por consiguiente debe alejarse de la superficie la zona de contacto suelo – roca (e).

A continuación se presentan diferentes funciones matemáticas que cuantifican procesos de meteorización tanto física como química.

2 -Meteorización física: Este proceso desintegra las rocas en pedazos más pequeños por medios mecánicos tales como la expansión y contracción debido a cambios de temperatura, congelamiento, cristalización de sales o acción de la raíces de las plantas. Estudios de campo y laboratorio confirman que este  proceso de fragmentación es poco común. No obstante las tasas de fragmentación se pueden relacionar con dos variables: el tamaño de las partículas y la profundidad donde se ubican en la masa del suelo. En primer lugar, la tasa de fragmentación aumentará con la probabilidad de aparición de imperfecciones en la superficie de partículas que conducen a un aumento de la fragmentación. En segundo lugar, como la fragmentación es dependiente de la amplitud térmica y esta a su vez, de la profundidad en el  suelo en formación (disminuye exponencialmente con profundidad). La función matemática que puede aproximar la cuantificación de este proceso es la ecuación de Arrenihus[1].


Donde, ajit  representa el cambio en la distribución del tamaño de partículas para una capa del suelo j y un tamaño inicial de partícula i (gravas, arenas, limo) en el paso de tiempo t, k1 constante de meteorización física [T-1], Dj profundidad [L] desde la superficie para la capa j, c1 constante de profundidad [L-1], c2 constante de tamaño [L],  PDi tamaño medio de las partículas [L] de la capa j y Δt unidad de paso del tiempo.

Valores de los parámetros de la ecuación:


 Este modelo calcula el tamaño de las nuevas partículas como una proporcionalidad directa de los límites de tamaño de cada clase. Por ejemplo una unidad de masa de grava (fragmento grueso) se dividirá en 0.975 unidades de masa de arena y 0.025 unidades de masa de limo. Una unidad de masa de arena se dividirá 0,96 unidades de limo y 0,04 unidades de arcilla. No obstante, se sabe que no se forma arcilla fina a través de la meteorización física, por lo que el tamaño limo es considerado  el tamaño límite para este proceso.

3 - Meteorización química: La meteorización química es el proceso de disolución, oxidación o reducción de partículas minerales. Este complejo proceso depende de las propiedades del material mineral y de las características del sitio: litología, hidrología, temperatura, cubierta vegetal, tectónica y, por tanto, la exposición y la elevación. Las determinaciones empíricas de este proceso presentan discrepancias de hasta 5 órdenes de magnitud entre estudios de campo y laboratorio.  Tales discrepancias se atribuyen a diferencias en el cálculo de la superficie activa de las partículas, errores en la estimación de la superficie expuesta a la meteorización en la masa del suelo en formación, diferencias en la química de las soluciones (tanto en composición como en la cinética),  diferencias en la temperatura y por último, en la distribución del agua en la masa del suelo en formación.

Una forma empírica de conocer la tasa de meteorización a campo es midiendo el flujo de descarga de iones (Qi,dis) en el exutorio de una cuenca que es igual a la concentración de las diferentes especies iónicas en la masa fluyente en relación al área de la cuenca y para un paso de tiempo determinado:

Qi,dis = Ci,dis V/ At

Donde, Ci,dis es la concentración química de la especie iónica i, V es la masa fluyente, A es el área de la cuenca y t el tiempo.

Otro método para estimar la tasa de meteorización química es mediante la elaboración de  índices de meteorización que surgen de la relación entre la composición química de la roca madre inalterada y la roca meteorizada o suelo. En este tipo de estudios se usan técnicas con radioisótopos (Terrestrial Cosmogénic Nuclide) y generalmente se usa el Zircón que es un elemento inmóvil y poco alterable. Con esta técnica TCN se mide la tasa de alteración total del saprolito o regolito en relación a la roca madre de la siguiente forma:

W = D (1 – [Zr]rock / [Zr]soil)

Donde, W es la tasa de meteorización química o alteración de la roca madre (L T-1), D es la tasa máxima de alteración (fis + quim),  Zr la concentración de Zirconio en la roca y en el regolito o suelo respectivamente.
Tasas de meteorización (fis + quim) medidas empíricamente varían entre 0,007 y 0,059 mm a-1 con un valor medio de 0,022 mm a-1. Las tasas de meteorización química medidas varían entre 0,001 y 0,044 mm a-1 con un valor medio de 0,0091 mm a-1. La meteorización química representa entre el 41% promedio de la alteración total de las rocas.

Por otra parte, es sabido que la tasa de disolución de minerales silicatados depende de la temperatura. Por tanto esta también puede ser simulada a partir de la ecuación de Arrhenius. En el caso de la meteorización química en sistemas naturales la expresión matemática de la función es la siguiente:

Wi = A exp [-(ΔEi /RT)]

Donde: Wi es la tasa de meteorización química L T-1 (mm año-1), A cte empírica que incorpora  características de la superficie reactiva, ΔEi es la energía de activación para la liberación del ión i (entre 59,4 y 62,5 kJ mol-1), R es la constante universal de los gases (J K-1mol-1) y T la temperatura absoluta en ºK.
Las tasas de meteorización química estimadas con este  modelo varían entre 0,01 y 0,1 mm a-1 con un valor medio de 0,06 mm a-1.

En esta misma línea, otra manera de cuantificar la tasa de meteorización química es estimando un cambio de masa de las mismas. La meteorización química produce una reducción del tamaño de partículas. Esto implica una pérdida de masa del horizonte y una fracción de estas partículas primarias pasan a la categoría de partículas secundarias o arcillas  que pueden quedar en el horizonte o migrar en profundidad.
Este proceso puede formularse asumiendo en primer lugar, una relación lineal entre la intensidad del proceso versus superficie activa de los minerales. En segundo lugar asumir una relación exponencial decreciente entre la intensidad del proceso y la profundidad que este alcanza en el suelo en formación.
La profundidad se relaciona con las variaciones de temperatura (a mayor profundidad menor amplitud y menor magnitud de la variable) y su incidencia en la velocidad de las reacciones químicas. También la profundidad se relaciona con el contenido de humedad. El agua retenida en los poros del suelo es el medio imprescindible para que ocurran las reacciones de meteorización.  Si bien esta variable depende del balance hídrico hay suficientes evidencias empíricas que el contenido hídrico disminuye exponencialmente con la profundidad. Por tanto, para simular el cambio en la distribución del tamaño de las partículas también puede aplicarse la ecuación de Arrehenius en la meteorización química de la siguiente manera:


Donde, ajit  representa el cambio en la distribución del tamaño de partículas (por ende la masa) por meteorización química para una capa de suelo j, un tamaño inicial de partícula i (gravillas, arenas, limo, arcilla y arcilla muy finas) durante el tiempo t,  k2 tasa de meteorización química constante [M L-2 T-1], c3 profundidad donde la tasa de meteorización se hace constante [L-1], Dj profundidad [L] desde la superficie para la capa j, c4 superficie específica constante [L-2],  SAi  área de superficie específica [L2 M-1] para un tamaño inicial de partícula i en la capa de suelo j y Δt unidad de paso del tiempo.
  

Valores de los parámetros de la ecuación:




4 – Evolución de la profundidad del suelo: Este proceso ha sido explicado conceptualmente bajo la influencia de los factores biológicos, litológicos y climáticos sobre  la roca madre. La siguiente figura explica conceptualmente la relación entre la profundidad/minerales secundarios del suelo para diferentes condiciones biológicas y climáticas.


Figura 3: Bioclimosecuencia

La acción de la meteorización tanto física como química sobre la roca madre se comprueba en la profundidad que alcanza el suelo: máxima en Oxisoles, mínima en Aridisoles. Por tanto se establece la  relación “producción de suelo por meteorización” versus “la profundidad del suelo”. Las cronofunciones que mejor cuantifican este proceso son de tipo exponencial con tasa decreciente y la  tipo “humped o joroba” que establece un incremento de la profunididad a tasa creciente hasta un cierto límite de tiempo y luego profundiza a tasa decreciente.


Figura 4.  (Fte. Wikipedia)

a) Función exponencial: la tasa de formación de suelo (meteorización) de la roca decrece exponencialmente con el aumento del espesor del suelo. Esto se debe a una disminución de la acción climática sobre la dermis de la roca (menor amplitud térmica y menor llegada de humedad) a medida que la misma se aleja de la superficie. La expresión matemática es:

SPR = P0exp (- kh)

Donde: SPR, tasa de producción de suelos o tasa de meteorización de la roca madre (LT-1), P0 es la máxima tasa de mineralización de la roca (LT-1); h es el espesor del suelo (L) y k es una constante de velocidad que caracteriza la disminución de la producción del suelo a medida que aumenta el espesor del mismo. 

b) Función “humped”: esta función establece que hay una máxima tasa de formación de suelo o meteorización a una determinada profundidad. Por tanto hay una tasa creciente hasta ese punto para luego ser decreciente. Esto se explica porque primeramente se desarrollan condiciones apropiadas para la meteorización física y química, básicamente: retención de humedad en la masa del suelo en formación (cosa que no ocurre en la roca) y  desarrollo de una biota que promueve la meteorización. La expresión matemática es la siguiente: 

SPR = - (P0[exp (- k1h) - exp (- k2h)+] + Pa)

Donde, k1 es la tasa de meteorización física, k2 la tasa de meteorización química, Pa es la tasa de meteorización en condiciones de estado estable para una condición de k1 menor k2. La profundidad crítica hc donde la SPR es máxima está dado por:

hc  = ln(k2/k1) / k2 – k1

La función joroba se cumple si k2/k1 ≥ 0. Si k2 = 0 (solo opera la meteorización física) esta función es reducida a la función exponencial .


Figura 5. Fte. Stockman et al, 2011

Estudios empíricos indican que SPR varía entre 0,004 a 0,4 mm/año.

5 - Formación de arcillas

Este proceso de génesis es complejo ya que, una vez que la partícula alcanzan el tamaño coloidal puede quedar en el horizonte o bien migrar en profundidad. Sin embargo, hay evidencias empíricas que este proceso es más intenso entre los 5 y 25 cm de profundidad. En función de esta evidencia la cantidad de arcilla formada se ajusta a una ecuación de doble exponencial:


Donde, aj5 es la proporción de arcilla formada, cnf, es la tasa máxima de formación;  c5, c6 son constantes de las curvas empíricas de distribución y tasa de producción de arcillas con la profundidad (Figura 6); d es la profundidad desde la superficie del suelo [L] y Mcw es la masa total solubilizada por meteorización química en todas las capas del suelo [M].

Figura: 6 Tasa relativa de formación de arcillas en función de la profundidad

La siguiente gráfica muestra el contenido de Arcilla (%) simulado por el modelo y el observado para la Serie Rafaela[2] (Argiudol típico)



Gráfica 1: Contenido de Arcilla simulado y observado en la Serie Rafaela

6 - Eluviación – iluviación de arcillas (Ilimerización).

Este proceso involucra la migración desde una capa superior del perfil -eluviación  y la acumulación en la capa subyacente -iluviación. Como se adelantó, es un proceso que se mezcla con la formación de arcillas. No obstante, la tasa de eluviación –que es un flujo descendente- va estar en relación a la cantidad de arcilla formada en la capa superior y se puede representar mediante la siguiente ecuación:


            Donde,  ΔC es la cantidad de arcilla eluviada [M], Cmax es la máxima cantidad de arcilla que puede ser eluviada, [M T-1] (200 kg año-1), kcl  constante (0,007), Pfc es el contenido de arcilla fina que se produce en la capa superior (%) y Δt unidad de paso del tiempo.

7 - Pedoturbación.

Este proceso de génesis produce el mezclado de las capas de suelo y opera en sentido contrario a la horizonación. Los procesos de diferenciación de horizontes operan en sentido de estratificar el perfil del suelo, haciéndolo heterogéneo, anisotrópico. En cambio, la pedoturbación acciona de manera tal que conducen a un estado físico homogeneo, isotrópico. Este proceso es accionado por distintos agentes tal como se indica en la tabla siguiente:

Tabla 1: Procesos de pedoturbación
Pedoturbacion
Agente
Bioturbación
Plantas, animales, insectos, ácaros, etc.
Aeroturbación
Gases
Antroturbación
Hombre
Hidroturbación
Agua (gotas de lluvia, flujos saturados)
Argiloturbación
Expansión y contracción de arcillas
Crioturbación
Congelamiento y descongelamiento
Cristalturbación
Cristales de hielo, sales.
Graviturbación
Flujos en masa
Sismoturbación
Terremotos

De todos estos procesos el más relevantes es la Bioturbación ya que no hay suelo sino existe vida. Las tasas de mezclado de suelo por efecto de la biota son más rápidas que las tasas de meteorización (en el orden de 3 veces superior). Algunas tasas de bioturbación estudiadas indican valores de entre 0,429 a 10,6 mm año-1. Tasas de bioturbación por efecto de lombrices han sido reportadas entre 0,833 a 4,67 mm año-1 lo que equivale a un mezclado del suelo en entre 10 a 50 Mg ha-1 a-1 con picos de hasta 100 Mg ha-1 a-1. Este proceso, bastante soslayado en la pedología descriptiva, empieza a tomar relevancia dado las magnitudes encontrada en la pedogénesis cuantitativa aunque no es sencillo su cuantificación dado las pocas mediciones existentes.

Una aproximación cuantitativa del mismo es asociarlo en primer lugar la actividad biológica global y esta a su vez al contenido de carbono y la profundidad en el perfil: a mayor contenido de C es de suponer una mayor activad biológica y por ende una mayor acción bioturbadora. En segundo lugar, este proceso se asocia al movimiento entre las horizontes del suelo contiguos. Sobre esta base conceptual, una forma de modelizar cuantitativamente este proceso inicia con la definición de un índice de actividad biológica:


Donde, BAI es la máxima actividad biológica o actividad biológica potencial, BAIo es una relación entre el contenido relativo de C en el suelo  y la profundidad del suelo (que decae con la profundidad), kBAI es una constante de proporcionalidad y d es la profundidad del suelo desde la superficie [L]. Cuando d es cero BAI = BAIo es decir máxima. A medida que se profundiza en el perfil la actividad biológica decae por tanto disminuye la capacidad de mezclado por parte de la biota del suelo.

El mezclado entre las capas del suelo se puede modelizar con la siguiente ecuación:


Donde, ΔBTij es el material de suelo movilizado desde la capa i hacia la capa j adyacente [M], BT0j es la tasa de bioturbación potencial para la capa j [M T-1], kbt1 es una constante para la relación de bioturbación con el espesor de la capa [L-1], kbt2 es una constante en relación a la actividad biológica BAI, dij es la distancia entre el centro de la capa i hasta la capa j [L], BAIj es el índice de actividad biológica de la capa j y Δt la unidad de paso del tiempo [T].  El cálculo se realiza entre la capa superior a la inferior y viceversa. 

 Valores de los parámetros de la ecuación:



Se ha comprobado empíricamente que las mayores tasas de bioturbación no ocurren próximas a la superficie (las lombrices no viven en la superficie). Por esta razón BT01 es mayor BT02. Por otro lado, el movimiento está relacionado a un tamaño de partículas ya que se ha comprobado que la mesofauna moviliza partículas finas solamente (arcillas y limos finos).

8 - Humificación

 Este proceso de génesis es la incorporación de C orgánico a la masa mineral del suelo. Morfológicamente implica un oscurecimiento del perfil (melanización). Es un proceso complejo que se incorpora también el mezclado por acción de la biota. 
La entrada de carbono orgánico del suelo (COS) en el tiempo (aumento del stock) puede ser expresado matemáticamente de la siguiente manera:


Donde, Cj [M] es la evolución del contenido de COS de la capa j a través del tiempo, Ij es la producción de COS para la capa j,  kc es la constante de mineralización, Cj es el contenido de C de la capa j, qm.j es la tasa de bioturbación para la capa j y qc.j es la tasa de pérdida por erosión.

La producción de COS para cada capa -Ij, se puede modelizar a través de la relación exponencial con la profundidad de la siguiente manera:


Donde Iz es la producción de COS para un espesor z de una capa, kOCd es la constante de producción para  la relación C con profundidad [L-1] y Cin es la tasa de producción de COS [M T-1].

La siguiente gráfica muestra el grado de concordancia entre los valores de CO (%)  predecidos por el modelo (Cin = 1,5; kOC =1,7) y la Serie Rafaela (Argiudol típico)


Gráfica 2: CO simulados con el modelo  y de la Serie Rafaela. 

Ahora bien, para aumentar el stock de COS es necesario el “input” de C fijado por la fotosíntesis. La generación de carbono orgánico vegetal en superficie está en relación con la productividad primaria neta (PPN) del bioma. La producción de biomasa en los biomas tiene una relación con el espesor del suelo (función sigmoidea) y con el contenido de C por unidad de superficie (función logarítmica).


Figura 7: Productividad [M L2 T-1] de Biomasa en función de la profundidad del suelo y contenido de carbono por unidad de superficie.

En consecuencia, sobre la base de estas funciones  se obtiene el valor la tasa de producción de COS (Cin ) para cada profundidad z con la siguiente ecuación:



 Donde, Cin es la producción de COS [M T-1],  C’in es la tasa potencial de producción de C por la biomasa [M T-1] (puede asumirse como constante o variable si es medida, pe.  mediante sensores remotos),  fs1 y fs2 coeficientes obtenidos de la función sigmoidea, thick  es el espesor del perfil [L] y OC el contenido de CO por unidad de superficie.   

La pérdida de COS en el tiempo (disminución del stock) es consecuencia del proceso de mineralización. Este proceso a su vez, depende de las diferentes estructuras químicas del COS. En principio se pueden reconocer  al menos dos estructuras: el pool de mineralización rápida y el pool de mineralización lenta (dos compartimentos). En consecuencia la tasa de mineralización de ambos compartimentos se puede cuantificar de la siguiente manera:


Donde,   k`c es la tasa de mineralización de ambos compartimentos,  kc1 tasa de mineralización rápida, kc2 tasa de mineralización lenta y f es la proporción del pool de mineralización rápida y 1- f la fracción del pool de mineralización lenta.

Por otra parte, la mineralización también es controlada horizontal y verticalmente por la profundidad del suelo y el contenido de humedad del mismo. En tal sentido, kc posee una relación exponencial inversa con la profundidad y exponencial directa con la humedad del suelo.


Donde, kc es la tasa global de mineralización del COS, k`c es la tasa de mineralización de los pooles rápido y lento, CTI es el índice topográfico compuesto o índice de humedad (relaciona el flujo de agua acumulado en la superficie en función de la pendiente del terreno), d es la profundidad [L], c7 y c8 son constantes.

Valores de los parámetros de la ecuación:


  
9  - Profundización de los horizontes

La profundidad de los horizontes es una característica morfológica distintiva de un suelo. Asumiendo que el horizonte A es el de mayor concentración de COS  y por tanto se diferencia del resto, que el horizonte B es el que tiene una mayor proporción de partículas finas con respecto al horizonte C (material de origen), una propuesta para modelizar este proceso es mediante una función exponencial negativa que autorregula el aumento de profundidad entre horizontes subyacentes:

  • Entre A y B mediante la diferencia de COS entre ambos horizontes


Donde, h1 es el cambio de espesor del horizonte 1 (A) con respecto al 2 (B) en función del paso del tiempo, kh10 y kh11 son constantes y ΔOC  es la diferencia de carbono entre los horizontes A y B.

  • Entre B y C mediante la diferencia en la proporción de partículas gruesas.


 Donde, h2 es el cambio de espesor del horizonte 2 (B) en el tiempo con respecto al 3 (C), kh20 y kh21 son constantes y ΔC  es la diferencia de las partículas gruesas entre los horizontes C y B.
En la medida que las diferencias de C o de partículas gruesas sea más grandes el aumento del espesor del horizonte será más lento y viceversa.


10 - Formación de suelo y formas del paisaje en toposecuencias[3].

La toposecuencia es una unidad de paisaje donde la topografía controla los procesos de distribución espacial de los suelos. El modelo que se presenta a continuación simula el crecimiento de la profundidad del suelo en dos posiciones de una toposecuencia: loma y bajo.  El modelo simula en el tiempo y espacio dos procesos:
  • Meteorización de la roca madre y profundización del perfil del suelo
  • Extracción, transporte y deposición de sedimentos por erosión.


Figura 8: Esquema del modelo de profundización de suelo y desarrollo del paisaje en una toposecuencia.

Si consideramos una toposecuencia con una cota z, un espesor de suelo h y una superficie de contacto suelo-roca e a lo largo de un eje horizontal x (Figura 8), el cambio en el espesor de suelo en el tiempo t es igual a la tasa de meteorización física - los sedimentos exportados  +  los sedimentos aportados en cada segmento de xi.

a) Aumento del espesor del suelo o profundización de la roca por meteorización: El aumento de espesor del suelo se modeliza con la ecuación

SPR = P0exp (- kh)

Donde: SPR, tasa de producción de suelos o tasa de meteorización de la roca madre, P0 es la máxima tasa de meteorización  de la roca (2 mm a-1); h es el espesor del suelo (cm) y k es una constante de velocidad. 
            Este proceso es equivalente a la profundización de la superficie inalterada de la roca (e) y se puede cuantificar con la ecuación:

Por lo tanto en el equilibrio:

b) Dinámica de sedimentos por erosión: En ambientes naturales, el movimiento de sedimentos pendiente abajo es generalmente inducido por procesos biológicos y físicos. La roca cuando pasa saprolito y/o regolito está en condiciones de ser transportada por un flujo de agua. En tal sentido, en una toposecuencia hay un sitio que emite materiales (lomas), sitios donde emite y transporta (media loma) y otro sitio donde se depositan los mismos (bajos).
El proceso de producción de sedimentos (erosión) en las zonas de emisión depende de la erosividad de los materiales (granulometría del sedimento, condiciones de cobertura, magnitud de los agentes erosivos) y de la energía del flujo que los transporte. Si la erosividad es alta pero la energía del flujo es débil -en tanto no hay flujo que “arranque” los materiales de un sitio, la erosión será poco significativa y viceversa.

Por otra parte, la magnitud del flujo de materiales dependerá de la diferencia de elevación de la superficie del terreno o cota (z) entre el punto más alto y mas bajo para cada segmento de la toposecuencia (xi). Ahora bien, como normalmente el flujo de materiales que se desplaza en la superficie de un paisaje es de tipo difuso este puede expresarse de la siguiente manera: 


Donde, qs es el flujo  de sedimentos  que se desplaza sobre un ancho de la superficie [L2T-1] a través del perfil de la pendiente por unidad de tiempo [L3L-1T-1] y D es la constante de erosividad por unida de área [L2T-1].
De esta relación surge que la velocidad de desplazamiento de los materiales sobre la superficie del paisaje es directamente proporcional al gradiente de la pendiente en cada segmento entre el punto más alto y mas bajo del terreno.

En el equilibrio, el cambio en el espesor del suelo (h) en el tiempo y el cambio en la profundización de la roca (e) en el tiempo es igual al transporte de materiales por flujo difuso en el espacio (x). Por tanto la ecuación de continuidad es la siguiente:


   Donde, ρs, ρr y ρs es la densidad (M L-3) del suelo, roca y del flujo respectivamente. Resolviendo ambas ecuaciones y asumiendo que D y ρs son constante en el espacio x, la función de producción de suelo por meteorización física y erosión para cada segmento de la toposecuencia es:


Esta ecuación indica que “la tasa en el espesor de suelo (h) es igual a la tasa de disminución del espesor de la roca o su aumento de profundidad (e) mas el aporte por erosión dependiente de erosividad y de la segunda derivada de la pendiente”. La segunda derivada de la pendiente es la tasa de cambio del gradiente de una superficie para cada (xi) y que define el perfil de curvatura. Una curvatura positiva refleja una pendiente convergente (bajo) por lo tanto en ese espacio el flujo de materiales transportados por erosión se deposita (sedimenta). Una curvatura negativa refleja una pendiente divergente (loma) por lo que el flujo arrastra materiales hacia las posiciones de bajo.



Bibliografía consultada:

Admunson, R. (2006). Pedological Modeling. Encyclopedia Soil Science. DOI 10-1081. Taylor & Francis Ed.
Lin, H. (2011). Three principles of soil change and pedogenesis in time and space. Soil Science Society of America Journal, 75(6), 2049-2070.
Minasny, B. (1997) Pedogenesis. A Spreadsheet Program for Modelling Soil Production and Landscape Development http://www.usyd.edu.au/agric/ACSS/sphysic/pedogenesis/pedogenesis.html
Minasny, B; Mcbratney, A.; Salvador-Blanes, S. (2008). Quantitative models for pedogenesis—A review. Geoderma, vol. 144, no 1, p. 140-157.
Vanwalleghem, T., Stockmann, U., Minasny, B., & McBratney, A. B. (2013). A quantitative model for integrating landscape evolution and soil formation. Journal of Geophysical Research: Earth Surface, 118(2), 331-347.
Stockmann, U., Minasny, B., & McBratney, A. B. (2011). 1 Quantifying Processes of Pedogenesis. Advances in Agronomy, 113(113), 1-71.
Velarde, M. G., & Le Lay, V. F. (1980). Estructuras disipativas: algunas nociones básicas (I). El Basilisco: Revista de filosofía, ciencias humanas, teoría de la ciencia y de la cultura, (10), 8-13.




[1] Expresión matemática que se utiliza para comprobar la dependencia de la constante de velocidad o cinética de una reacción química con respecto a la temperatura a la que se lleva a cabo esa reacción.
[3] Síntesis de Modelling Soil Production and Landscape Development: http://www.usyd.edu.au/agric/ACSS/sphysic/pedogenesis/pedogenesis.html

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