miércoles, 1 de diciembre de 2021

Génesis del Sistema Suelo desde una mirada sistémica. Pedología, pedogénesis.


 GÉNESIS DEL SISTEMA SUELO


La pedogénesis desde una mirada sistémica.



Toda referencia a HUMUS o HUMIFICACIÓN debe ser revisada 

Listado temático

I - ORIGEN y EVOLUCION DEL SISTEMA SUELO.. 3
II - LOS PROCESOS PEDOGENÉTICOS. 6
III - PROCESOS GENERALES DE LA GÉNESIS. 8
IV - PROCESOS ESPECÍFICOS DE LA GÉNESIS. 10
V - LOS FACTORES DE GÉNESIS Y LAS PROPIEDADES DE LOS SUELOS. 20
b. Factor CLIMA. 21
c. Factor BIOTA. 22
d. Factor RELIEVE. 24
e. Factor MATERIAL ORIGINARIO.. 25
VI – MODELOS PEDOGENÉTICOS. 27
2.1 – Modelos Factoriales: 27
2.2 – Modelos de procesos: 28
2.2.2 – Modelos energéticos. 29



I - ORIGEN y EVOLUCIÓN DEL SISTEMA SUELO


Para entender el origen y evolución del sistema suelo podemos hacerlo a través de una analogía ficticia: comparar este fenómeno de la naturaleza con la proyección de una película. Veamos como. En primer lugar, reconocemos a los suelos mediante la observación e identificación de un conjunto de propiedades (horizontes, textura, estructura, color, bases de cambio, contenido de carbono, pH, etc.) relativamente estables en el tiempo y las expresamos en documentos o mapas tal como una “fotografía” de lo que existe hoy. Sin embargo, cuando observamos, describimos y clasificamos un suelo, no se trata de una “fotografía” sino más bien del “fotograma” de una “película”. Esta analogía implica reconocer que el suelo tiene una trayectoria en el tiempo, una evolución con un inicio, un pasado, un estado actual o presente y una proyección al futuro.
La Pedología, ciencia que estudia el origen, organización y distribución de los suelos en el mundo, explica, con sus teorías y métodos el inicio de la “película” y como son los distintos “fotogramas” que se fueron sucediendo a través del tiempo hasta el “fotograma” que observamos en la actualidad. La siguiente figura ilustra este concepto.


a)  



b)

Figura 1: Esquemas de una película de 4 fotogramas: 
a) desplazamiento de un jinete
b) evolución genética de un suelo (Fte: Adaptado de http://www.madrimasd.org)

El sistema suelo tal cual lo vemos hoy, ha tenido un precursor normalmente llamado Roca Madre o Material Originario. Este material, generalmente de naturaleza mineral y en contacto con los agentes del Clima –lluvia, calor, gases (“fotograma” I) comenzó a cambiar, transformarse a través de los años. Durante este período se fue instalando la vida de vegetales, microorganismos, micro y mesofauna que en su conjunto se denomina Biota (“fotograma” II). Esta asociación entre la Roca Madre, la Biota y el Clima fue generando cambios en el suelo por transformación de sustancias existentes y por acumulación de nuevas sustancias (p.ej, humus, arcillas, sesquióxidos, etc.) (“fotograma” III) y de nuevas organizaciones internas (por ejemplo complejos arcillo-húmicos, agregados, horizontes) (“fotograma” IV) tal como lo vemos hoy.  La totalidad de este proceso se conoce con el nombre de PEDOGÉNESIS.
La pedogénesis inicia en un determinado momento de la historia (inicio de la película) y se puede entender como un conjunto de estados sucesivos (“fotogramas” de la película) de un fenómeno natural[1] producto de la interacción de cinco factores de génesis (Jenny, 1941): Clima (Cl), Biota (B), Roca Madre o Material Originario (MO) y Relieve (R) a través del Tiempo (quinto factor de génesis) en un determinado lugar de la corteza terrestre. La figura siguiente ilustra este concepto.




Figura 2: Esquemas gráfico de la interacción dos factores de génesis (figura superior) y los resultados de la evolución genética del suelo (imagen inferior) 

La interacción física de los factores Cl, B, MO y R a través del tiempo, impulsan una serie de “trabajos pedogenéticos” que pueden ser cíclicos o irreversibles pero siempre son permanentes en el tiempo. Los procesos irreversibles en su conjunto constituyen el “trabajo pedogenético” que cambia, transforma, modifica la roca madre o material originario hacia otras formas o condiciones y que no retornan mas al estado inicial.
Ahora bien, si estos trabajos son permanentes en el tiempo, se trataría de una “película continua”, sin final. Sin embargo, en algún momento los “trabajos pedogéneticos irreversibles” se detienen, dejan de operar por lo que el material originario deja de diferenciarse y en ese momento se alcanza un  estado que podemos denominar “estado estacionario” o “suelo maduro” o “climax”.  Ahora bien: ¿cuándo el material de origen pasa a ser  suelo? Esta pregunta tiene al menos dos respuestas. La primer respuesta es: cuando no se pueden identificar más sus propiedades morfológicas y analíticas o bien cuando sus propiedades analíticas se hacen constantes con la profundidad.  En ese momento, el suelo alcanza un estado estacionario (representado por el “fotograma” IV – Fig. 1). Dicho estado que no implica quietud absoluta, ni falta de movimiento o de intercambios. Todo lo contrario: hay procesos de intercambio permanentes, por ejemplo  gases, soluciones, biomasa, etc. Sin embargo lo que se detienen son los procesos de movimiento de sustancias sólidas complejas (pe. coloides, quelatos). Por consiguiente aquí encontramos la otra respuesta a la pregunta de partida: el  material de origen pasa a ser suelo cuando se detienen definitivamente los movimientos de  arcillas, quelatos y compuestos húmicos entre los más importantes. En ese momento de la génesis  denominado estado estacionario o “suelo maduro” el  mismo se hace independiente del factor Tiempo y alcanza una determinada morfología y propiedades que le confieren identidad propia: deja de ser material de origen para ser un individuo suelo. En nuestra analogía ficticia, cuando se alcanza este  estado estacionario, estaríamos viendo siempre el ultimo “fotograma” pero sin avance de la película y sin llegar al final de la misma.
Ahora bien: ¿habrá un final o es solo la imposición de la metáfora que estamos utilizando?  La 2º ley de la termodinámica plantea que todo lo que existe en el Universo comenzó con una estructura y calidad y se está moviendo irrevocablemente hacia otra estructura de desorden y deshecho en el equilibrio termodinámico, es decir el fin de la película. Sin embargo, los suelos estarían en contradicción con esta ley porque avanzan hacia estados de mayor organización, con acumulación de energía de calidad, hasta un determinado momento donde  se hacen independientes del factor tiempo y de las condiciones iniciales manteniendo las formas y composición constante.
Para que todo esto ocurra se necesita de energía y materia externa que circule adentro de la masa del material originario. La energía que movilizan los “trabajos pedogenéticos” proviene fundamentalmente de tres fuentes: la radiación solar directa o la acumulada en los tejidos biológicos mediante la fotosíntesis, la gravedad y la energía interna de la tierra.  
Los trabajos que impulsa la pedogénesis son variados. Por ejemplo el desplazamiento de materia sobre la superficie o adentro del cuerpo del material originario es un trabajo mecánico, mientras que la transformación de sustancias minerales u orgánicas es un trabajo químico. En todos ellos interviene energía y materia en un proceso de balance de masas por lo que  existe siempre una fuente y un sumidero. Estos trabajos se denominan Procesos Pedogenéticos.

II - LOS PROCESOS PEDOGENÉTICOS.

La palabra proceso significa un conjunto de fases, etapas sucesivas de un fenómeno natural o inducido, provocado. Un proceso siempre implica algún cambio a través del paso del tiempo. Un proceso es evolución o involución, es dinámica, es movimiento, es avance o retroceso, tiene un principio y un fin. Es importante entonces, asociar proceso con cambios que en el suelo se materializa en la diferenciación del material orginario, cuyo rasgo más sobresaliente es la formación de horizontes.
La aparición de horizontes implica el origen de nuevas sustancias asociadas con propiedades o rasgos morfológicos particulares. Por ejemplo, el material de origen de un suelo Argiudol del este de la provincia de Córdoba, posee un 15% de material arcilloso y un 0% de carbono humificado, es de color pardo claro, de estructura masiva y de consistencia no plástica y no adhesiva. En cambio el horizonte A desarrollado en ese mismo material de origen posee un 22% y 2,2 % de arcilla y carbono respectivamente, es de color pardo grisáceo oscuro, estructura en bloques subangulares y de consistencia ligeramente plástica y no adhesiva. El horizonte B desarrollado debajo del horizonte A y a partir del mismo material de origen, posee un 31% de arcilla y un 1,1% de C, es de color pardo, estructura prismática que rompen a bloques angulares, plástico, ligeramente adhesivo y con la presencia de barnices o cutanes.
Para que  estos cambios se concretaran a través del tiempo, han operado varios procesos pedogenéticos. En general, cada proceso se diferencia entre sí aunque también son interdependientes pues, para que cambie la naturaleza física o química de la materia pueden o deben ocurrir procesos en forma secuencial (uno después o antes que otro) o al mismo tiempo (en simultáneo). Esta característica de la génesis a veces suele hacer más difícil entender la relación entre proceso actuante y propiedad morfológica consecuente.  Veamos un ejemplo continuando con  el Argiudol  del este de Córdoba.
La aparición del horizonte A significó la ocurrencia de procesos de adición de material vegetal adentro del suelo, mezclado de las sustancias minerales y orgánicas, descomposición (mineralización) de la materia orgánica fresca, resíntesis de la materia orgánica (formación de sustancias húmicas),  humectación y desecamiento, calentamiento y enfriamiento, solubilización y precipitación de sustancias, etc. Por otra parte, el aumento en el contenido de arcilla implicó la ocurrencia del proceso de humectación primero e hidrólisis posterior para la transformación de minerales primarios a secundarios. Como este proceso genera iones (sales) estas pueden acumularse dentro de la matriz del suelo en formación (que si son más solubles que el yeso producen la salinización del suelo) o bien migrar o traslocarse en su estado soluble en profundidad, proceso llamado lavado o lixiviación. Si analizamos el horizonte B que es el sitio donde más ha aumentado la masa de arcilla, además de la ocurrencia de todos los procesos que pasaron en el horizonte A la presencia de cutanes o barnices implica que ha ocurrido un proceso de translocación de arcilla en dirección al vector de gravedad. Este proceso implica subprocesos tales como hidratación, dispersión de la arcilla en el horizonte eluvial, percolación de agua, floculación y depósito de material arcilloso en el horizonte iluvial (Bt) (este proceso eluvial – iluvial se denomina Ilimerización). Así se forma un horizonte especial denominado argílico. 
En definitiva, en la evolución de los suelos se identifican una variada cantidad de procesos pedogenéticos que difieren en tipo, intensidad, velocidad, sitio donde opera, momento de ocurrencia y propiedad o característica que produce.

Tabla 1: Clasificación de los procesos de génesis
Tipo
Función
Nombre
Producto
Generales, Principales, Básicos o Elementales
Promueven cambios en el tipo y cantidad de masa en el material originario
Adición
Transformación
Translocación
Pérdida
Varias propiedades morfológicas o analíticas
Específicos  o Macroprocesos
Promueven cambios físicos del material de origen
Bioturbación
Crioturbación
Argiloturbación
Melanización
Una o pocas propiedades morfológicas o analíticas bien distinguibles
Promueven cambios físicos y químicos del material de origen
Estructura orgánicas (ex-humus)
Ilimerización
Queluviación
Calcificación
Salinización
Gleyzación
Sodización
Laterización
Salinización
Subprocesos o
Microprocesos
Generan gradientes y/o cambios de estado en las sustancias orgánicas y/o minerales.
Calentamiento - Enfriamiento
Solubilización - Precipitación
Oxidación  - Reducción
Dispersión  - Floculación
Hidratación- Deshidratación
Acidificación - Alcalinización
Difícil de vincular con propiedades morfológicas o analíticas

Fte.: Elaboración propia a partir de Jaramillo (2002)


III - PROCESOS GENERALES DE LA GÉNESIS

Los procesos generales o elementales son aquellos que producen los cambios físicos o químicos del material originario y quedan “registrados” en el suelo formado mediante una propiedad morfológica o analítica. Tales procesos son adición, transformación, translocación y pérdida y fueron propuestos por Simonson (1959) (Figura 3).


Figura 3: Esquema de los procesos generales de la génesis

A continuación se caracterizan y sintetizan los cuatro procesos generales de la génesis.

1. ADICIÓN. Implica el ingreso o incorporación de materia y energía al material de origen (futuro suelo). En tal sentido, energía y materia son provistas por una fuente externa y que, mediante algún mecanismo, traslada e incorpora la energía y materia generando al material de origen primero y el suelo en sus etapas incipientes hasta su estado estacionario. En el siguiente listado se enumeran el tipo de energía y materia, proceso de incorporación y la fuente emisora:

1.    Material mineral.
a          Proceso: magmáticos Fuentes: corteza terrestre.
b          Proceso: deposición de sedimentos Fuente: materiales aportados por agua (liquida o hielo) o aire o deslizamientos en masa.
c          Proceso: ascenso capilar – Fuente: zona saturada (capa freática) salina.
  
2.    Material orgánico.
a          Proceso: fotosíntesis Fuente: vegetales
b          Proceso: mineralización (descomposición) – Fuente: residuos vegetales, animales, meso y microorganismos.
3.        Energía radiante.
a      Proceso: calentamiento  -  Fuente: sol
4.    Agua.
a      Proceso: lluvia, nieve - Fuente: atmósfera
b      Proceso: escurrimiento superficial - Fuente: deshielo, agua que no ingresa en otro sitio geográfico.
c      Proceso: escurrimiento subterráneo - Fuente: zona saturada.
5.    Gases (N2, O2, CO2, etc.)
a      Proceso: flujo masal, difusión - Fuente: atmósfera, respiración bioma.

2. PÉRDIDA. Al contrario de la adición, este proceso se caracteriza por el egreso o salida de energía y materia desde el material de origen hacia un sumidero (“basurero”). En el siguiente listado se enumera tipo de energía y/o materia que egresa, el proceso y los principales sumideros:

1.    Energía radiante de onda larga.
a      Proceso: enfriamiento - Sumidero: atmósfera, espacio intersideral. 
2.    Agua líquida y gaseosa.
a      Proceso: escurrimiento, percolación - Sumidero: cuerpos de agua superficiales y zonas saturadas (capa freática)
b      Proceso: evaporación, transpiración. - Sumidero: atmósfera.
3.    Gases: CO2, N2O, N2, CH4, SH2, etc.
a      Proceso: flujo masal, difusión. - Sumidero: atmósfera.  
4.    Material orgánico y mineral.
a      Proceso: producción de biomasa. - Sumidero: alimentos humanos, animales
b      Proceso: escurrimiento superficial, erosión. - Sumidero: cuerpos de agua superficiales, costas oceánicas, áreas de deposición de sedimentos.
c      Proceso: percolación, lixiviación - Sumidero: agua subterránea

Los procesos de ingreso y egreso de energía (radiación) y materia (agua, compuestos orgánicos) siguen funcionando en el suelo a perpetuidad y se reconocen y se miden en términos de balances: térmico, hídrico, de carbono, nitrógeno, fósforo, azufre entre los más importantes. 


IV - PROCESOS ESPECÍFICOS DE LA GÉNESIS

Los procesos que implican cambios físicos y/o químicos en el material de origen que se identifican o manifiestan mediante una propiedad morfológica o analítica específica se denominan Procesos específicos de la génesis y están incluidos en su gran mayoría en la categoría de los procesos generales de Transformación y Translocación.

1. TRANSFORMACIÓN: son los procesos que alteran la naturaleza física y/o química del material de origen. En la siguiente tabla se presenta una síntesis de los más importantes. 

Tabla 2: Procesos específicos de la pedogénesis
Nombre
Característica
Propiedad Morfológica o Analítica
Meteorización física
Acción de expansión - contracción por efecto térmico e hídrico. Acción abrasiva
Estado fragmentario, no coherente. Granulometría
Metorización química
Desorganización de las estructuras cristalinas de los minerales por solubilización.
Bases de cambio, iones solubles
Calcificación
Solubilización / Precipitación de CO3Ca
Bk, Ck, pH
Brunificación
Enriquecimiento in situ de arcillas y segregación de óxidos de Fe
Bw, colores pardos
Formación de minerales secundarios
Transformación de minerales primarios a secundarios
%Arcilla, Consistencia, CIC
Ex-Humificación / Melanización
Coloración oscura del material
Formación de MAOM
Hte. O, A, color oscuro, contenido de C, N, CIC
Agregación
Organización de agregados o peds. Relación esqueleto/plasma
Micro y macro estructura
Podsolización
Formación de quelatos de Fe y Al - Complexolisis
Bh, Bs, Bhs
Gleificación
Reducción del Fe y Mn
Moteados, Eg, Bg, Cg
Sodización  o Sodificación
Intercambio parcial de Ca y Mg por Na en el complejo de cambio
+ 5 % PSI
Columnas, pH
Endurecimiento
Cementación con carbonato o sulfato de Ca; Si o Fe
km, ym, qm, im, Duripan, concreciones
Salinización
Acumulación de sales más solubles que el yeso
Bz, Cz
Laterización
Fersialitización
Lixiviación débil de Si, formación incipiente de O3Fe, predominio de illita y montmorillonita
Color rojizo (rubificación)
Ferruginización
Lixiviación media de Si, formación intensa de O3Fe2, neoformación de caolinita
Color rojizo, acidez, desaturación de bases
Ferralitización
Lixiviación intensa de Si, formación de coloides electropositivos: sesquioxidos residuales de Fe y Al: O3Al(corindon), O3Fe2 (hematita), Fe(OH)3 (goethita), Al(OH)3 (gibbsita). 
Color rojo intenso, ocre
Bo, desaturación,  acidez fuerte (pH < 4)

 A continuación se explicita con mayor detalle cada proceso de transformación.
1.    Meteorización física
a      Proceso: fundamentalmente la expansión / contracción de la roca madre por calentamiento – enfriamiento; congelamiento – descongelamiento; cristalización – solubilización de sales y por actividad biológica. Además puede haber acción abrasiva por fricciones entre materiales. 
b      Producto: alteración física de las rocas. Paso de un estado coherente a un estado fragmentario o suelto. Formación de partículas tamaño: gravas, arenas, limos.

2.    Meteorización Química
a      Procesos:
                                                  i.    Solubilización por acción solvente del agua. Se disuelven en el siguiente orden: cloruros, sulfatos, carbonatos y bicarbonatos de Ca2+, Mg2+, K+ y Na+ respectivamente.
                                                 ii.    Hidrólisis por reacción de los minerales con el H+ y OH- del agua. Es el proceso más importante de meteorización de los silicatos (ortosa, plagioclasas, micas, piroxenos, anfiboles y olivinos) aunque es una reacción lenta. Ocurre entre pH >5 y >9,6.
                                                iii.    Acidólisis – Alcalinólisis alteración intensa de los minerales en medios ácidos (pH < 5) o alcalinos (pH > 9,6). Un tipo particular de acidólisis es la Complexólisis donde intervienen en la alteración de minerales y quelatos orgánicos.
                                               iv.    Oxidación en medios con suficiente oxígeno y minerales con hierro en estado ferroso (olivino, pirita, biotita, glauconita,  piroxenos y anfíboles)  pasa al estado férrico (Fe2+ → Fe3+). También este proceso involucra al Mn.
                                                v.    Reducción en medios saturados permanentes o transitorios de agua ocurre el proceso inverso a la oxidación e involucra a los minerales con Fe y Mn.
                                               vi.    Hidratación es la asociación de moléculas de agua o grupos hidroxilos con minerales, a menudo sin modificación o descomposición del mineral pero cambiando algunas propiedades. Ej. Sulfato de calcio anhidro a yeso.
                                              vii.    Carbonatación por la presencia de CO2 disuelto en el agua se forma una solución débil de ácido carbónico (CO3H2) aumentando el poder solubilizante sobre minerales ricos en carbonatos de calcio y magnesio.
b      Productos:
                                                  i.    Formación de minerales secundarios
                                                 ii.    Generación de iones intercambiables (Ca2+, Mg2+, K+, Na+) y solubles (Ca2+, Mg2+, K+, Na+, Cl-, SO42+, CO3H- , CO32-)

3.    Formación de minerales secundarios
a      Procesos:
                                                  i.    Herencia: formación de minerales secundarios aportados por el material de origen. 
                                                 ii.    Transformación: alteración parcial de la estructura de los minerales primarios silicatados por reemplazos de iones isomórficos, dilución de iones interlaminares, pérdidas de iones centrales en tetraedros u octaedros y reducción de los minerales a tamaño coloidal (<2µ). En este proceso se reconocen tres microprocesos: Hidrólisis neutra, Acidólisis y Complexólisis.
                                                iii.    Neoformación: alteración total de los minerales primarios hasta sus componentes iónicos elementales seguido de una recomposición y cristalización subsecuente.
b      Productos: minerales secundarios: arcillas silicatadas (amorfas y cristalinas) y no silicatadas. En la siguiente figura se presentan algunas de las posibles vías de evolución de los minerales primarios hacia minerales secundarios. Como se trata de un proceso de transformación, se parte de las fuentes que son los minerales primarios. Estos se agrupan en función de la abundancia de K o de Ca, Mg, Na y Fe en sus respectivas estructuras cristalinas. El avanzar hacia un tipo de arcilla u otro depende de las condiciones de pH, humedad y percolación (lixiviación) del medio donde se están transformando.  

Fuente: elaboración propia a partir de Velde (1995).

4.    Brunificación o empardecimiento
a      Proceso: acidólisis moderada de las micas, arcillas transformadas. Segregación de óxidos de Fe (amorfos y criptocristalinos).
b      Productos: Horizontes cámbico (Bw)

5.     Ex-Humificación - Melanización.
a      Proceso: Humificación. Es una transformación de la materia orgánica bruta o no transformada a MO transformada. 


6.    Formación de la estructura:
a      Proceso: reordenamiento de partículas individuales por cementaciones, actividad biológica, efecto plasmático mineral y orgánico y acción de fuerzas de compactación.
b      Productos: estructura de primer, segundo y tercer orden.


Fte. Anónimo.
7.    Calcificación
a      Proceso: reordenamiento interno del CaCO3. Abarca: transformación del carbonato en bicarbonato (soluble), migración del bicarbonato, reprecipitación y acumulación. Un tipo especial de este proceso ocurre cuando la roca madre es rica en CO3Ca (o CO3Mg) que lo libera en forma activa, actuando de freno a otros procesos de alteración. Además estabiliza los compuestos húmicos en una forma poco evolucionada, protegiéndolo contra la degradación (mull carbonatado).
b      Productos: Horizontes cálcicos (Bk, Ck).

8.    Decalcificación
a      Proceso: remoción progresiva de los cationes alcalinos y alcalinos térreos, los que son reemplazados gradualmente del complejo de intercambio por H+ y en grados más avanzados (pH <5) por Al+3.
b      Productos: acidificación, diminución de la relación S/T.

9.    Gleyzación
a      Proceso: reducción del hierro y manganeso debido a la saturación permanente o temporaria de los poros del suelo con agua y condiciones de pH. El proceso se denomina Pseudogley cuando el suelo está saturado en uno o más horizontes dentro de los 200 cm de profundidad (episaturación) y Gley cuando el suelo está saturado en todos los horizontes hasta los 200 cm o más (endosaturación). También hay reducción de N, S y P.
b      Productos: suelos decolorados (grises blancuzcos), moteados (Horizontes Bwg, Btg, Ckg y Cbk).

10.  Salinización
a      Proceso: acumulación de sales más solubles que el yeso tales como sulfatos y cloruros de sodio, potasio, calcio y magnesio. El material se encuentran floculado y el pH es cercano a la neutralidad (pH <8,5).
b      Productos: horizontes sálicos (Bz, Cz, Az). Incremento de la conductibidad eléctrica (CE).
c      Sodización  o sodificación
d      Proceso: es cuando el Na+ ha reemplazado a una fracción importante del Ca2+ del complejo de intercambio y las sales solubles se han lavado, las arcillas sódicas hidrolizan, liberando Na+ a la solución del suelo. Se llega a formar carbonato o bicarbonato de sodio, por lo que el pH se eleva, pudiendo alcanzar valores superiores a 8,5 y hasta valores de 9,5 a 10. En estas condiciones los coloides húmicos y las arcillas se dispersan.
e      Productos: horizonte nátrico (Btn, Bwn), estructura columnar, alcalinización, PSI: >15, álcali negro en superficie.

11.  Desodización superficial (Solodización)
a      Proceso: desaturación en sodio de los horizontes superficiales y acidificación (pH 4 a 5), por reemplazo del Na+ por H+ y Al3+. En profundidad aumenta el Na intercambiable, el pH se incrementa hasta valores de 9 o más. Bajo la influencia de la acidificación  y saturación superficial se degradan las arcillas sódicas con liberación de Fe, formando un horizonte fuertemente eluvial, con minerarles cuarzosos muy finos y sílice amorfa residual.
b      Productos: horizonte E, acidez superficial, alcalinidad en profundidad.

12.  Podsolización  
a      Proceso: fuerte alteración de los minerales por complexolisis, en medio ácido, originado por una producción masiva de compuestos orgánicos solubles o pseudosolubles por el humus ácido mor y que acomplejan el Fe y Al (quelatos). Estos quelatos migran en profundidad.
b      Productos: horizonte E, Bh, Bs y Bhs.

13.  Laterización
a      Procesos: se caracteriza por un grado de alteración creciente de los minerales primarios, con predominio de la neoformación de minerales secundarios, pérdida creciente de sílice y bases y acumulación de óxidos de hierro libre que le dan un color rojo intenso.
                                                  i.    Fersialitización: persistencia de un mull neutro, oscuro. Predominio  de arcillas 2:1 formadas por transformación (illitas y algunas montmorillonitas) y neoformación (montmorillonitas). Aparición del color rojo, (rubificación) asociada a la formación de óxidos de Fe liberados (hematita).
                                                 ii.    Ferruginización: muy poca persistencia del humus por rápida mineralización dela materia orgánica. Se incrementa la alteración de los minerales primarios y la formación de arcillas de neoformación 1:1, como así también la liberación de óxidos de hierro, pero sin liberación de aluminio.
                                                iii.    Ferralitización: la alteración de los minerales primarios (excepto el cuarzo), es prácticamente total, con producción de arcillas caoliníticas, gibsita, hematita y/o goethita, todas neoformadas y liberación abundantes óxidos libres de Fe y Al que tiñen el suelo de ocre vivo o rojo. A veces también aparecen óxidos de Ti.
b      Productos: color rojizo, (carácter rodico), horizonte óxicos, acidez.

2. TRANSLOCACIÓN proceso pedogenético, también llamado MIGRACION, implica traslados o desplazamientos de materiales o sustancias adentro de la matriz del suelo en formación[2]. A diferencia de las Pérdidas, que también implican desplazamientos, los materiales en movimiento nunca salen afuera de los límites de lo que será el pedón. La translocación o migración es un proceso físico impulsado por diversas fuerzas directrices entre las que se destacan: actividad biológica, gravedad, presión capilar, hidratación y congelamiento. Los materiales que se movilizan pueden ser similares al material de origen (limos, arenas) o diferentes tales como iones, coloides o quelatos. En la Tabla 3 se enumeran los tipos de translocaciones más frecuentes.

Tabla 3: Procesos de Translocación o Migración
Nombre
Característica
Propiedad Morfológica o Analítica
Ilimerización
Eluviación / Iluviación de arcillas (barnices, cutanes)
Bt, Btn, lamelas, h. abrúptico
Eluviación
Lessivage
E
Podsolización
Eluviación/ Iluviación de quelatos orgánicos de Fe, Al.
E, Bh, Bs, Bhs
Salinización
Ascenso sales solubles de zona saturada y precipitación
H. sálico, micelios, costras
Descalcificación
Descenso de sales poco solubles
Ck
Sodificación
Dispersión de humatos (Salitre o Álcali Negro)
Costras oscuras superficiales
Gleyzación
Movilidad de Fe y Mn reducido, soluble
Bg, Cg, moteados
Argiloturbación o
Vertizolización
Movimiento en masa por acción arcillas expandentes
Relieve Gilgai,
Caras de deslizamiento (Bss)
Pedoturbación
Mezclado de material por efecto de la biota y hielo.


 1.    Arcillas
a      Proceso: ilimerización
b      Desplazamiento: de arcillas desde un sector emisor o “eluvial” (primero un horizonte A que puede transformarse en un horizonte E) a un sector receptor o “iluvial” (que puede ser un horizonte Bt, un horizonte Btn, un horizonte abrúptico o lamelas texturales).
c      Subprocesos asociados: dispersión; floculación y/o depositación física
d      Fuerza directriz: gravedad 
2.    Quelatos orgánico - mineral
a      Proceso: podsolización.
b      Desplazamiento de ácidos orgánicos solubles o psudosolubles que acomplejan el Fe y Al y de Si soluble, desde un sector emisor o “eluvial” (un horizonte O que se transforma en un horizonte E) a un sector receptor o “iluvial” (que puede ser un horizonte Bh, Bhs o Bs).
c      Subprocesos asociados: complexólisis, débil transformación orgánica
d      Fuerza directriz: gravedad
3.    Sales solubles
a      Proceso: salinización 
b      Desplazamiento ascendente de sales solubles desde la zona saturada hacia la parte superficial del perfil del suelo en formación. Concentración salina en todo el recorrido o en algún sitio formando horizontes salicos, formación de micelios o pseudomicelios, costras salinas de superficie.
c      Fuerza directriz: presión capilar.
  
4.    Sales poco solubles
a      Proceso: descalcificación 
b      Desplazamiento descendente de CO3Ca desde los sectores superficiales del suelo en formación hasta su precipitación en sectores más profundos dando origen a un horizonte cálcico (Ck)
c      Subprocesos asociados: solubilización (desarbonatación), lixiviación parcial y reprecipitación y acumulación (carbonatación).
d      Fuerza directríz: gravedad.

5.    Iones en estado reducido y solubles
a      Proceso: gleización o hidromorfía
b      Desplazamiento descendente o ascendente de Fe y Mn reducido adentro de la zona saturada. Formación de moteados.
c      Subprocesos asociados: óxido – reducción.
d      Fuerza directriz: gravedad – capilaridad

6.    Coloides dispersos 
a      Proceso: sodización
b      Desplazamiento ascendente de coloides orgánicos dispersos por alta saturación con Na: humatos de Na. Forman en superficie el salitre o álcali negro.  
c      Subprocesos asociados: dispersión por saturación con sodio de intercambio.
d      Fuerza directríz: presión capilar

7.    Mezclado físico de materiales
a      Proceso: vertizolización o argiloturbación
b      Desplazamiento de materiales en masa. Primeramente se produce contracción del material por desecamiento lo que se forman grietas. Luego estas grietas se rellenan de material y cuando se hidratan se vuelven a expandir elevando parte de la superficie del suelo (relieve gilgai) y generando planos de fricción interno entre los agregados (slikenside, horizonte Btss).
c      Subprocesos asociados: generación de arcillas expandentes (smectitas); humedecimiento – desecamiento;
d      Fuerza directriz: presiones por expansión y contracción del material
a      Proceso: bioturbación
b      Desplazamiento de materiales en todas las direcciones adentro de la masa de suelo en formación o del suelo formado. En situaciones intensas conduce a la haploidización del suelo.
c      Fuerza directriz: mezclado mecánico por acción de las raíces vegetales, acaros, colembolos, lombrices, gusanos, termitas, hormigas, roedores, etc.
 
a      Proceso: crioturbación
b      Desplazamiento de materiales en forma de movimientos verticales, laterales y de fisuración que modifican la organización de las partículas confiriéndoles un aspecto caótico (desestructurado).
c      Fuerza directriz: tensiones mecánicas diferenciales por el congelamiento – descongelamiento de agua intersticial.



V - LOS FACTORES DE GÉNESIS Y LAS PROPIEDADES DE LOS SUELOS.

El nacimiento de un suelo o el inicio de la “película” de su génesis tal como se describió en el comienzo de esta recopilación, está determinada y direccionada por la concurrencia de cuatro factores de génesis a través del tiempo, modelo propuesto por Jenny (1941) y cuya expresión conceptual es la siguiente:
f (Cl, B, MO, R, T)
-donde, el Individuo Suelo es función de la interacción de los 5 factores de génesis: Clima (Cl), Biota (B), Roca Madre o Material Originario (MO),  Relieve (R)  y Tiempo (T). Como ya se explicó, todos los factores operan conjuntamente en la formación del suelo. Si embargo cuando uno de ellos tiene más incidencia la etapa evolutiva o pedogénesis recibe el nombre de: climosecuencia, biosecuencia, litosecuencia, toposecuencia o cronosecuencia.
Por otro lado, en las primeras clasificaciones rusas de los suelos, de carácter preferentemente genético, se llamaban suelos zonales a aquellos cuyos factores predominantes durante la génesis eran el Clima y la Biota; intrazonales cuando los factores predominantes eran el Relieve y el Material de Origen y azonales aquellos suelos donde casi no se registra la acción de ningún proceso de génesis por su estado de similitud con el material originario. Si bien esta clasificación no se utiliza en los sistemas taxonómicos actuales, resulta particularmente didáctica para interpretar la acción de los factores de la génesis: los activos -Cl, B son los que confieren el carácter de zonalidad y lo pasivos –R, MO el carácter de intrazonalidad.
 Comenzaremos por analizar el Factor Tiempo, para luego discutir los factores activos y finalmente los pasivos.

a. Factor TIEMPO: es un concepto complejo de definir. Los humanos lo percibimos como el transcurrir de nuestras vidas. Sin embargo, nos damos cuenta que el tiempo avanza si acontecen cambios en lo que observamos. Solo basta mirarnos frente a un espejo de vez en cuando.
Esta conceptualización también se aplica a los suelos. No obstante no es tan simple identificar el paso del tiempo en los suelos a partir de la interpretación morfológica pues los períodos transcurridos entre el inicio del proceso y la manifestación del mismo en una propiedad o característica analítica suele ser muy prolongado y, sobre todo, no podemos ver los sucesivos cambios que han ocurrido en un mismo lugar. Estudios más intensivos son requeridos para dilucidar el paso del tiempo.
Targulian and Krasilnikov (2007) proponen una clasificación del paso del tiempo para diferentes procesos específicos de la pedogéneticos (SPP) (Fig. 4). Clasifican los procesos en tres grupos: aquellos que inician y finalizan en períodos menores de un año a cien años como máximo (Fast SPP), aquellos que transcurren entre 100 y 1.000 años (Medium SPP) y por últimos, aquellos procesos que llevan en manifestarse entre 10.000 y 1.000.000 de años (Slow SPP).


Figura 4: Clasificación del tiempo de ocurrencia de procesos específicos de la pedogenesis
Fte. Targulian and Krasilnikov (2007).

Targulian and Krasilnikov (2007) también proponen una manera de registrar el transcurrir de génesis  mediante una estimación en el tiempo de formación de horizontes u órdenes de suelo (Figura 5).


Figura  5: Tiempo transcurrido desde el inicio de la génesis hasta la manifestación de propiedades morfológicas o de suelos identificados a nivel de Órdenes Fte. Targulian and Krasilnikov (2007)


b. Factor CLIMA. Los dos elementos climáticos que más se correlacionan con las propiedades de los suelos son la lluvia y la temperatura. El agua es la sustancia que disuelve y remueve materiales solubles; asegura el desarrollo de la biomasa; transporta materiales y ejerce acciones físicas y químicas de alteración. Por ejemplo, la cantidad y tipo de arcilla formada en un suelo tiene una correlación con la lluvia anual recibida. 
 Figura 6: Cantidad y tipos de arcilla según lluvia anual (McBride, 1994)

Climas con mayores precipitaciones predominan procesos de neoformación de arcillas ayudado por una elevada lixiviación de iones. Por el contrario, climas con precipitaciones moderadas, los procesos de formación de arcillas son por transformación de los minerales primarios. 
En cuanto a la temperatura, esta influye en la evolución del suelo de distintas maneras. Según la ley de van't Hoff por cada 10 ºC de aumento de temperatura se duplica la velocidad de las reacciones químicas. En consecuencia, estas son muy rápidas en climas cálidos y muy lentas en los fríos. Por esta razón los procesos pedogenéticos se registran muy profundos en las regiones cálidas (+ de 3 m), moderados en los templados (1,5 m) y superficiales en las frías (0,5 m). En la Tabla 4 se presentan algunas características de suelos argentinos desarrollados en climas con diferentes regimenes de temperatura y lluvias.

Tabla 4: Relación temp - lluvia -  propiedades horizonte A y profundidad del material de origen.
Subgrupo - Provincia
T1
ºC
P1
mm
Arc.
%
Mat. Org.
%
CIChorizonte
meq 100 gr-1

pH

Sat. Bases
%
CICarcilla
meq 100 gr-1
Prof.
Mat.origen
m
Paleoudult típico (Misiones)
20
1400
65,3
4,2
26,4
4,5
41,5
24,3
+ 3
Argiudol típico (Córdoba)
17
800
25,1
2,5
23,4
6,4
89
68,3
1,8
Haplustol  éntico
(San Luis)
14
450
6,2
1,2
8,8
6,5
87
91,2
0,5
1 Valores medios anuales.
  
c. Factor BIOTA: No hay lugar a dudas que lluvias y temperaturas ejercen una marcada influencia en el tipo y cantidad de vegetación presente en un área y con ello, la cantidad y calidad de materia orgánica producida. Igualmente, la velocidad de descomposición y resíntesis de la materia orgánica, es mayormente controlada por la temperatura y la disponibilidad de agua en el suelo, en especial el contraste entre períodos secos y húmedos; es decir la facilidad con que el agua permanece por períodos más o menos prolongados o es removida por evapotranspiración o percolación. 
Papadakis (citado por Imbellone et al, 2010) desarrolló el Indice Climático de Crecimiento Vegetal (ICCV). El mismo permite comparar climas en función de la producción de biomasa a partir de las temperaturas y el balance hídrico climático. Asociado a este índice, estableció dos índices asociados aplicables a suelos bien drenados y que relacionan la cantidad de humus acumulada: Índice Humogénico (IHu) que representa la capacidad del factor Clima y Biótico de hacer aumentar el stock o contenido de humus en el suelo y el Índice Humolítico (IHm) que es el que representa la caída del stock de humus por mineralización. En la siguiente Tabla se exponen estos índices para diferentes regiones geográficas de nuestro País.
Tabla 5: Índices climático de crecimiento vegetal, humogénico y humolítico de Papadakys.
Localidad
ICCV1
IHu1
IHm1
Rosario
56
30
67,4
Mar del Plata
45
47
37,3
Río Cuarto
38
23
67,4
Córdoba
28
18
68,5
Charata
24
10
106,4
Bahia Blanca
20
17
56,5
Carmen de Patagones
11
12
51,2
1 A mayor valor del índice, mayor intensidad del indicador (Fte. Imbellone et al. 2010)

De acuerdo a esta clasificación se deduce que para suelos bien drenados, además de la cantidad de material orgánico fresco aportado, la cantidad o el stock de humus que pueden alcanzar los suelos, depende de un balance entre la humificación y mineralización de la materia orgánica. En general se observa que: ambientes con baja capacidad de generar materia orgánica fresca y formar humus son los que mayor tasa de mineralización tienen. Este hecho tiene profundas implicancias a la hora de acumular materia orgánica en el suelo o de “secuestrar carbono”.
Otro aspecto relevante a considerar del factor Biota es la profundidad de enraizado. Bajo bosques el enraizamiento es profundo lo que favorece la percolación y por ende las migraciones de coloides y la lixiviación de iones solubles. Por tal razón formaciones de bosques promueven alteraciones del material de origen a mayor profundidad. Por otra parte, la vegetación de pastos (pastizales, praderas) con enraizamiento más superficial, provoca migraciones menos acentuadas pero debido a su gran masa radicular incorpora abundante materia orgánica en el perfil, dando lugar a horizontes húmicos (molicos) de mayor espesor y con un decrecimiento gradual del humus en profundidad. En contraposición, en los suelos de bosques, donde la mayor incorporación es sobre la superficie el humus tiende a estratificarse superficialmente.
Por último no debemos olvidar la acción de la fauna del suelo. El mezclado de materiales (termitas, hormigas), formación de cavidades, canales y su relleno parcial (pedotúbulos, crotovinas) por la acción de lombrices, gusanos y roedores y la creación de poros y agregados de origen biótico (lombrices, larvas de insectos, etc.) son un factor importante en el desarrollo de propiedades vinculadas con los factores activos de la génesis.

d. Factor RELIEVE: este factor aunque sea moderado, ejerce una acción muy importante sobre la pedogénesis debido a que condiciona la dirección de los flujos de agua y sedimentos sobre el cuerpo del futuro suelo y por ende, también influye, en la percolación adentro del mismo. Por otra parte, el relieve condiciona la profundidad de la zona saturada (capa o napa freática) definiendo condiciones de drenaje moderado, imperfecto y pobre y las clases por endosaturación y episaturación.
La influencia del relieve en la formación de los suelos es de carácter local, intrazonal (por lo que se considera un factor pasivo). El relieve determina, por su diferencia de altura relativa entre dos sectores del territorio, zonas o áreas caracterizadas por ser emisoras de materiales (lomas), emisoras y de tránsito (medias lomas) y receptoras (bajos). La influencia de estas áreas en la génesis determina toposecuencia o unidades de paisaje simple. Las siguientes figuras esquematizan este concepto.



Figura 6: Esquema de una toposecuencia (Imbellone et al, 2010)
  
e. Factor MATERIAL ORIGINARIO: La roca madre constituye el marco y el soporte de los procesos de alteración, pudiendo fijar el ritmo y orientar los procesos pedogenéticos. Tal como se indicó, con el avance de la alteración por la acción de los procesos pedogenéticos, la impronta del material inicial es cada vez menor. Veamos algunas generalidades.
Materiales de origen de tipo sedimentario, no consolidados tales como los sedimentos loésicos, aluviales y morénicos (glaciares) los procesos de formación del suelo son relativamente rápidos porque son materiales permeables, sueltos con una gran superficie expuesta a las acciones de meteorización química. Sin embargo, la velocidad y naturaleza de los procesos de formación y las propiedades de los suelos dependen en gran medida de características como la condición textural, la naturaleza mineralógica, la presencia de minerales alterables, etc.
Por ejemplo materiales con alta proporción de arenas cuarzosas son muy resistentes a la alteración y los suelos se forman con muy poca diferencia de su material de origen. Por el contrario materiales originales muy ricos en arcillas expandibles, orientan la evolución hacia el proceso intrazonal de la vertisolización.
Materiales originarios sedimentarios pero de tipo consolidados como por ejemplo las rocas calizas y dolomiticas los suelos se  forman sobre el residuo que queda después de la disolución de los carbonatos de calcio. En tal sentido, el exceso de carbonatos determina la dominancia del proceso de carbonatación y origina suelos intrazonales calcimórficos.
Materiales originarios con abundancia de rocas cristalinas ácidas como los granitos y gneiss tienden en general a dar por alteración química suelos de texturas gruesas, friables y permeables, generalmente ácidos y con baja saturación en bases. En los climas húmedos tienden a originar caolinitas y en los más áridos illitas montmorillonita. Usualmente generan humus ácido. En cambio si el predominio es de rocas cristalinas básicas como basaltos, dioritas, andesitas, etc., todas ricas en minerales portadores de Fe y Mg y en plagioclasas cálcicas que se alteran rápidamente. Los suelos resultantes de la alteración química de estas rocas tienden a ser ricos en arcilla tipo caolinita y haloisita si son bien drenados o montmorillonitas sin el drenaje es algo impedido.
Por último, un proceso de marcada intrazonalidad por material originario son los suelos provenientes de las cenizas volcánicas: Andisoles. Las cenizas volcánicas, en su mayoría de composición básica (andesítica o basáltica) genera el proceso específico denominado andolización. Uno de los principales rasgos de los suelos resultantes es la presencia de alofano, un aluminosilicato amorfo con el cual una abundante cantidad de materia orgánica es complejada llamado mull ándico.


VI – MODELOS PEDOGENÉTICOS


MODELO DE INTERACCIÓN DE FACTORES Y PROCESOS


Figura 7: Secuencia de sucesos en la formación de los suelos (Bricchi, E. y A. Degioanni.  2006)

La Figura 7 es un esquema que representa un modelo conceptual de la interacción entre factores y procesos de génesis para dos suelos asociados geográficamente mediante las fuerzas tectónicas y flujos de materia y energía. A continuación se presentan diferentes modelos de pedogénesis que explican parte o todos estos procesos de cambio desde el material madre hasta el suelo maduro.


Edafólogos rusos fueron los primeros en plantear (siglo XIX) la necesidad de identificar y comprender los suelos desde una relación funcional/factorial. Según esta relación, las características y propiedades de los suelos como por ejemplo la horizonación, son el resultado de la interacción de
factores de génesis que desencadenan procesos de génesis y que se expresan en propiedades o rasgos del suelo (Imbellone et al., 2010)
Desde entonces se desarrollaron diferentes modelos interpretativos de la génesis para organizar y simplificar procesos y factores que configuran el sistema; sirven para la recolección sistemática de información, para describir y clasificar y para predecir relaciones o comportamientos actuales y futuros. Una revisión sobre la evolución y tipos de modelos utilizados en la génesis de suelos la presenta Minasny et.al., (2008). En líneas generales existen 3 tipos de modelos de génesis: factorial, de procesos (balance de masa) y energético.

2.1 – Modelos Factoriales:
Dokochaev (1886) fue el primer científico que formuló  la ecuación de los factores de formación de suelos. Sin embargo esta ecuación fue difundida por Jenny (1941) y constituye uno de los modelos más clásicos y citados en los estudios de génesis. El mismo define el estado y la evolución del suelo como una función de cinco factores formadores que son: el Clima (cl); la Biota (o); la Topografía (r); la Roca Madre (p); y el Tiempo (t).  El modelo factorial se expresa como:

S = f (cl, o, r, p, t...)

Los puntos suspensivos indican factores adicionales no especificados. Los factores, esencialmente, definen al sistema suelo en términos de variables que controlan las características del sistema y no en términos de proceso, causas o fuerzas que son activas en el sistema. Para colocar el modelo sobre una base más amplia, Jenny (1961) redujo su modelo a tres factores de estado: estado inicial del sistema (lo), potencial de flujos externos (px) y edad del sistema (t), expresado en la siguiente ecuación de estados generales:

S = f (lo,  px,  t)

El estado inicial del sistema suelo se define por la composición física, química, minerológica y orgánica del material madre y también está condicionado por la topografía. Los flujos externos incluyen la radiación solar, transferencia de calor, transferencia de entropía, difusión gaseosa, flujo de agua, coluviación, migración y muchos otros, pero todos están esencialmente determinados por el clima y la biosfera. De este modo, la ecuación general de estado en su forma extendida es idéntica a la de los cinco factores formadores de suelo.
Como se asume que los factores formadores de suelo varían independientemente, la ecuación teóricamente se puede diferenciar matemáticamente. Sin embargo, existen dificultades para resolverla. Esto es debido a que algunos factores son discretos, en unidades no homogéneas y que no se pueden obtener velocidades de cambio. Además hay otros factores que son de naturaleza tan compleja que es difícil la recolección de datos para resolver la expresión matemáticamente (Runge, 1973). En síntesis, el modelo propuesto por Jenny es difícil, sino imposible, de probar y validar. Esto ha llevado a que a partir de esta ecuación no haya sido posible explicar y cuantificar los procesos de génesis. Sin embargo, ha tenido un fuerte impacto en los estudios pedogenéticos y han contribuido enormemente al entendimiento de la formación de suelos.
En general, este modelo se lo ha utilizado bajo un enfoque causa/efecto dado que explica bastante bien y de manera relativamente fácil de observar algunos procesos vinculados a los factores de génesis (pe. lixiviación de carbonatos vs lluvias; distribución vertical del humus vs tipo de vegetación, hidrohalomorfismo vs relieve). A pesar de ello no es un modelo de procesos.

2.2 – Modelos de procesos:
2.2.1 – Modelos de balance de masa: Simonson (1959) presentó uno de los primeros modelo de procesos de formación del suelo. El mismo surge de la observación de que los suelos tienen similitudes y diferencias entre ellos, y que las diferencias que exhiben, son debidas a magnitudes diferentes del mismo tipo de proceso que opera sobre materiales similares, es decir, los procesos varían en grado de afectación y no en clases de procesos. Simonson (1959) identificó cuatro clases de procesos para poder cubrir todo el rango de procesos pedogenéticos: adiciones, translocaciones y transformaciones y remoción o pérdidas de materiales entre el suelo y su entorno. Aunque originalmente no se concibió como una ecuación, el modelo puede escribirse como:

S = f(a, r, t1, t2)

Donde S es el suelo, a son las adiciones de material al suelo (agua, gases, materia orgánica, minerales, etc.), r representa las remociones o pérdidas de materiales, t1 son las transferencias o traslocaciones (difusión  de aire, transporte de agua, iluviación y eluviación de arcillas y/o minerales, ciclo de nutrientes, etc.) y t2 son las transformaciones (meteorización de minerales, formación de nuevos minerales, cambios en la materia orgánica por mineralización, etc.). Este conjunto de cuatro grandes procesos o procesos generales de la génesis ocurren simultáneamente en todos los suelos, su balance y carácter gobierna la naturaleza última del suelo (Fig. 2).

Sin embargo estos  procesos generales  no conducen a la formación concreta de un rasgo o propiedad del suelo pero son los que movilizan la materia y energía para dinamizar los procesos procesos específicos de la génesis que son aquellos que conducen a la formación de un rasgo o propiedad concreta como por ejemplo: melanización, queluviación, imerización, argiloturbación, fersialitzación, cementación, gleyzación, ferralitización, alitización, salinización,  crioturbación, podsolización, andosolización, etc. Las propiedades derivadas de cada proceso específico son las propiedades morfológicas (horizontes, color, textura, estructura, consistencia y límites) y las características analíticas (CO, Nt, granulometría, bases de cambio, CIC, pH, HE entre otras)  (Bricchi y Degioanni 2006)

2.2.2 – Modelos energéticos 
 
 2.2.2.1 – Modelo de Runge (1973) se presenta como un modelo integrado por factores pero donde cada variable representa un flujo energético: el fluir del agua para la lixiviación (w) y el fluir de energía radiante para la producción de materia orgánica (o) durante el tiempo (t). El modelo se expresa en la siguiente ecuación:

S : f (o, w, t)

El agua disponible para la lixiviación está condicionada por la duración e intensidad de las precipitaciones, escorrentía superficial, infiltración y permeabilidad del suelo. La producción de materia orgánica está condicionada por la disponibilidad de agua, aire y nutrientes y las características y crecimiento de la vegetación. Por lo tanto, la producción de materia orgánica se puede correlacionar con la capacidad del material madre como fuente de nutrientes y el agua disponible para el lixiviado con el clima y el relieve,  igual que en el modelo del Jenny. Si bien este modelo está conceptualizado en relaciones energéticas las mismas son descriptivas y no se usan unidades de energía.

2.2.2.2 – Modelo de Rasmussen (2005): el modelo es conceptualmente igual al propuesto Runge (1973) ya que las dos principales fuerzas que ordenan el sistema suelo provienen del flujo de energía a partir de la precipitación efectiva (Eppt) y de la producción primaria neta (Enpp). Esta energía fluye desde la fuente al sumidero produciendo el ordenamiento del sistema suelo mediante trabajos que aumentan la energía libre, minimizan la entropía y  exporta entropía al sumidero mediante los procesos disipativos (Figura 5). Los procesos específicos de la génesis que ordenan el sistema son la humificación, formación de la estructura, ilimerización o argiloturbación, formación de minerales secundarios (arcilla). Los procesos disipativos son la respiración del bioma, lixiviación, mineralización del humus, erosión y la meteorización.  


Figura 8: Modelo energético (Rasmussen 2005)

Si bien este autor avanzó sobre el modelo de Runge porque logró valorar en unidades de energía las transferencias energéticas la correlación encontrada con las propiedades pedológica de los suelos son bastante débiles.

2.2.2.3 – Modelo Volobuyev (1974) Este autor ruso logró modelizar conceptual y matemáticamente la cantidad total de energía dinamizada durante el desarrollo del suelo y que se expresa con la siguiente ecuación:

Qfs = Qdf + Qdq + Qfh + Qrbq + Qet + Qts + Qsa

Qfs = cantidad de energía solar que anualmente participa en la formación del suelo.
Qdf = proporción de la energía solar que se utiliza para la meteorización física del material originario.
Qdq = proporción de la energía solar que se utiliza para la meteorización química del material originario.
Qfh = energía solar que es acumulada en el humus (en caso de mineralización del humus este término tiene signo negativo).
Qrbq  = proporción de energía que se utiliza en las reacciones biológicas y químicas de transformación de sustancias orgánicas y minerales del suelo. Esta energía es la que corresponde a los procesos de transformación del nitrógeno y del intercambio iónico entre las partículas y solutos del suelo.
Qet  = energía utilizada por el proceso de evapotranspiración desde la superficie del suelo y plantas. (La energía necesaria para transformar un gramo de agua líquida a gaseosa es de 580 cal y se denomina calor latente).
Qts = proporción de energía que se utiliza en los procesos de transporte de nutrientes, sales y partículas suspendidas en el agua a lo largo del perfil del suelo.
Qsa = proporción de energía que es utilizada en los procesos de intercambio calorífico (radiación de onda larga) entre el suelo y la atmósfera fuera del proceso de evapotranspiración.
Tal como se ha indicado, el flujo energético dinamizado durante la etapa de formación de un suelo, conduce un conjunto de procesos pedogenéticos de cuyo balance final se define una determinada organización pedológica del individuo suelo y un determinado nivel de energía libre libre y entropía. En la medida que los flujos que actúan sobre el material de origen son más intensos, en particular: Qfh, Qrbq y Qts, el individuo suelo alcanza niveles de mayor energía libre, siempre que el balance de entropía sea negativo.
Volobuyev (1974) encontró una relación bastante evidente entre los tipos de suelos y la variación de R y P (Figura 6) confirmando también que ambos flujos son los más importantes en la formación de los suelos.

Figura 9: Tipos de sistemas suelos en función de la radiación y lluvias


1 – Arenas del desierto (Entisoles, Aridisoles); 2 – Haploxeroles; 3 – Calcixeroles; 4 – Boroles
5 – Ustoles; 6 – Chernozem (Udoles); 7 – Pheozem (Udoles); 8 – Boralfes; 9 –  Cambisoles (Inceptisoles)
10 – Gelisoles; 11 – Ultisoles; 12 – Oxisoles; 13 – Inceptisoles vérticos y cálcicos; 14 – Suelos de sabanas y praderas tropicales; 15 – Alfisoles.

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BIBLIOGRAFÍA 

Bricchi, E. y A. Degioanni.  2006. Sistema Suelo. Su origen y propiedades fundamentales. Ed UNRC. 218 p.
Buol, S.W.; F.D. Hole y R. J. McCracken and R.J. Southard. 1997. Soil Genesis and Classification. Iowa State University Press.
Fadda, G. s/f. Cartillas. Cátedra de Edafología. UN. Tucuman. http://www.edafo.com.ar/
Imbellone, P., Eloy Gimenez, E y J Panigatti. 2010. Suelos de la Región Pampeana. Procesos de Formación. Ediciones INTA. 288 p.
Jenny, H. 1941. Factors of soil formation. A System of Quantitative Pedology. (http://202.200.144.17/sykc/hjx/content/ckzl/6/2.pdf)
Labrador Moreno, J. (1996). Materia orgánica en los agrosistemas. Ed. Mundiprensa. España.
McBride,  M. 1994. Environmental Chemistry of Soils. Oxford University Press, USA. 416 páginas
Strakhov N. M. 1967. Principles of lithogenesis. Consultants Bureau  (New York).
Targulian V.O and P.V Krasilnikov. 2007. Soil system and pedogenic processes: Self-organization, time scales, and environmental significance. Catena 71 (2007) 373–381
Velde, B. 1995. Origin and mineralogy of clays: clays and the environment. Springer-Verlag.







[1] Por ello el suelo es un recurso natural: ha sido formado por fuerzas de la naturaleza sin la intervención del hombre.
[2] No se consideran los desplazamientos sobre la superficie (escurrimiento, erosión)

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